La senda del ahorro
«Aquí puedes encontrar de todo: desde ropa muy buena a muy mala, comida de todas partes, incluso hay dos supermercados chinos donde compran los restaurantes de Barcelona», explica Maria Teresa Castellví, presidenta de la Asociación de comerciantes de Fondo Comerç, que añade que «este barrio es muy comercial».
El Fondo ha tenido que superar algunos recelos -entre los vecinos- y dificultades pero, sobre todo, estigmas. «Todavía algunas personas no dicen que son de aquí porque creen que desmerece», afirma Clara Ortega, vicepresidenta de la Asociación Fondo Comerç.
En los ochenta, la droga se cebó con la ciudad y el sambenito de «Santa Coloma: ciudad sin ley» ha estado varios años distorsionando la realidad. Pero lo cierto es que el Fondo es casi como un pueblo donde todos se conocen o se tienen vistos, ya sean chinos, paquistaníes, ecuatorianos o andaluces.
«¿Qué tal?», pregunta Pepi a una señora que va cargada con bolsas . «¿A que llevas las Golden? ¿Las has comprado, no?». La señora asiente y después de acomodarse las asas entre las manos, añade: «La ruta del ahorro está muy bien».
Bienvenidos a la Ruta del Ahorro, una iniciativa de la Agrupación del Comercio y la Industria de Santa Coloma de Gramenet para que los comerciantes vendan y los vecinos compren: una iniciativa
sencilla para una época complicada.
«La Ruta es un buen plan para mejorar las ventas porque antes la gente no quería salir a comprar. Ahora al menos entran en la tienda y preguntan», afirma Afzal, que regenta un pequeño negocio de telefonía cerca de la plaza del Rellotge, punto de encuentro, a media mañana, de chinos que terminan su turno nocturno, madres con sus niños, señoras con el carrito de la compra y jubilados con tertulias que no terminan nunca.
«Y yo le dije: si quieres ver la televisión marroquí te vas a Marruecos. A mí también me gustaría ver Canal Sur y ya ves», explica un señor a otro mientras pasan la mañana sentados en un banco.
El Fondo es color, un barrio obrero donde hay gente de todas las nacionalidades, culturas y lenguas. «Ya hemos hecho la segunda campaña de buenas prácticas comerciales. Se explica a los recién llegados la normativa «, explica Pepi Mateu, dinamizadora comercial de Fondo Comerç.
«El tema de los horarios debería mejorarse un poquito», sentencia Encarni que hoy oferta a tres euros unos pintalabios que normalmente vende a seis. Mientras tanto dos señoras aguardan su turno. Han venido a comprar maquillaje, y cuando se les pregunta por la Ruta del Ahorro dicen no tener ni idea de lo que es.
La iniciativa empezó hace un mes y, a pesar de que la Agrupación reparte folletos a la salida del metro para que la gente tenga claro qué productos se rebajarán, todavía quedan muchos despistados.
«Los abuelos son los que más me preguntan», cuenta el chico que reparte los impresos. Y no es para menos: «40% de descuento en botas de señora; 0,95 euros el kilo de manzana Golden; bocadillo de jamón ibérico+ bebida + café, 4,25 euros; por la compra de un jamón extremeño, una botella de Pitarra de regalo»; o «con dos menus, el tercero gratis».
La mayoría de comercios de la Agrupación, unos 90, se han adherido a la iniciativa y es que la crisis ha llegado al barrio del Fondo con fuerza. En todos los comercios se puede oír la misma frase: «la crisis se nota». Da igual si se trata de muebles o de patatas. Todos están de acuerdo en lo difícil que es colocar los productos.
«Hay menos alegría de venta», explica el propietario de una tienda de legumbres. Hoy tiene el garbanzo Súper a 2,80 euros el kilo. «La gente luce un coche, un traje, la casa, pero esconde la comida, eso se puede esconder; si antes pedían habas de cuatro euros, ahora las piden de dos y listo».