El conocido por los Mossos como ´El Pescador´ ingresa en prisión
DETENCIÓN EN DIRECTO
La detención la presenciaron decenas de personas que a esa hora, pasadas las cinco de la tarde, paseaban por este eje comercial. Entre ellos, algunas de las víctimas, todas mujeres. Los investigadores calculan que en total pudo llevarse hasta 12.000 euros. Con múltiples antecedentes en los archivos de la Policía Nacional, incluso por homicidio, y largas permanencias en cárceles, este vecino de Santa Coloma de 30 años llegó incluso a robar a un minuto a pie de su casa.
La falta de antecedentes en los Mossos obligó a los investigadores a trabajar a ciegas, sin fotografía, y solo a partir de la descripción de las víctimas, con la que se dibujó un retrato robot. Los comerciantes demostraron que, si se les da la oportunidad y la confianza, pueden colaborar con la policía en su seguridad.
elPeriodico – La detención el miércoles del Pescador, un activo atracador que anoche ingresó en prisión acusado de robar con violencia e intimidación en 35 comercios de Barcelona, Santa Coloma de Gramenet y Badalona, es un ejemplo de los buenos resultados del modelo de proximidad en Nou Barris.
Ese día, un comerciante vio al Pescador entrar en la perfumería Blau de la calle del doctor Pi i Molist del distrito, donde ya había atracado días antes. Lo identificó por el gorro y porque había recibido, como el resto de comerciantes, la visita y un SMS de un mosso de proximidad advirtiéndole de que un atracador con unas determinadas características estaba actuando en la zona. No lo pensó. Alertó al mosso.
El agente de proximidad se dirigía en ese momento con otro mosso a dar una charla en la escuela Closa. Recibió la llamada del comerciante. Le saludó por su nombre. Tampoco lo pensó. Los agentes variaron su ruta y se dirigieron a la calle de Pi i Molist. Se cruzaron con el Pescador, que caminaba aceleradamente por el paseo de Fabra i Puig.
Un agente le cortó el paso con la moto, mientras que el otro lo alcanzó a pie. Todavía llevaba las prendas que identificaron todas las víctimas: un gorro de pescador, unas gafas de sol, guantes negros y una navaja con empuñadura de cocodrilo que utilizaba para intimidar.